Vivimos tiempos muy ocupados. Por un lado, tenemos infinitas posibilidades de pasar el tiempo libre y recargar la batería, por el otro, cada vez somos menos capaces de hacerlo. Buscamos una conciliación de la vida laboral y personal, pero nos cuesta encontrar ese justo medio, llamado equilibrio trabajo-vida.
Muy a menudo nos lo ponemos difícil al practicar ciertos comportamientos. ¿Qué debemos evitar para lograr el equilibrio? ¿Por qué es tan importante? Sigue leyendo en este artículo.
¿Por qué es importante?
Hoy en día, nos resulta difícil mantener un equilibrio entre la vida privada y la profesional. Queremos demostrarnos a nosotros mismos ser los mejores, demostrar que somos la persona adecuada en el lugar adecuado.
Solicitamos empleo, trabajamos mucho, a menudo horas extras, estamos allí para cada llamada, porque tenemos miedo de que, si no nos demostramos correctamente, no lograremos ningún éxito. Y estamos enfocados en eso. Vemos las redes sociales en las que la gente sigue hablando de cómo hicieron realidad sus sueños, cómo hicieron una carrera profesional y nosotros no queremos ser peores.
Cuanto más profundizamos en un ámbito, en este caso el laboral, más difícil es implicarse en la vida privada. Después de todo, nuestra vida no se trata solo de horas pasadas en la empresa, sino también de reuniones con amigos, relaciones con la familia, descanso y pasatiempos. Sin embargo, hacemos tanto que no encontramos tiempo para todo y por ello descuidamos muchas cosas.
Entonces, ¿por qué es tan importante el equilibrio entre el trabajo y la vida? Porque cuanto más nos dedicamos a la vida profesional, peor afrontamos las relaciones con nuestra familia, no encontramos tiempo para los amigos, no tenemos tiempo para descansar, lo que genera conflictos, malentendidos y nuestra salud se deteriora.
Es bueno saber que las horas pasadas en un escritorio no significan una gran productividad todo el tiempo, ya que un empleado exhausto que no tiene tiempo para regenerarse realiza las tareas mucho más lento, tiene problemas de concentración y, por lo tanto, es menos efectivo.
De hecho, todos queremos estar satisfechos con lo que hacemos, tanto en el trabajo como en casa. Por ello, debemos ser conscientes de las desagradables consecuencias de la exageración de cada lado, ya que no se puede negar que, si nos enfocamos demasiado en la vida privada, nuestro trabajo se verá afectado. Todo tiene consecuencias.
Conciliación de la vida laboral y personal: Equilibrio vida-trabajo y salud
El equilibrio entre el trabajo y la vida también es importante para nuestra salud. Desafortunadamente, un desequilibrio a largo plazo puede hacernos fracasar ya que dicho desequilibrio provoca muchos problemas tanto en el bienestar mental como físico.
Cuanto más difícil nos resulte separar el trabajo de la vida privada, más fácil será la adicción al trabajo o el agotamiento. Pueden conducir a una disminución de la inmunidad, exposición a infecciones y susceptibilidad al estrés. Todo esto puede resultar en depresión.
El estrés, la depresión, el agotamiento o la adicción al trabajo definitivamente reducen nuestro nivel de vida y por eso vale la pena buscar una conciliación de la vida laboral y personal y disfrutar de la paz.
¿Qué evitar cuando se busca el equilibrio entre la vida laboral y personal?
Si queremos obtener satisfacción tanto del trabajo como de la vida privada, realizarnos y simplemente ser felices, debemos deshacernos de ciertos comportamientos y acciones. ¿Qué hace que la balanza se desequilibre?
Sin metas
Estamos haciendo algo, pero no sabemos por qué. Nos desanimamos porque solo estamos caminando, pero no sabemos completamente dónde estamos en el camino. Si queremos organizar todos los aspectos de nuestras vidas, pero seguimos un poco como una niebla, es posible que no podamos hacerlo.
Tener objetivos, más grandes y más pequeños, es muy importante. Y no se trata solo de lo que queremos lograr en la vida, de lo que nos esforzamos. Debido al hecho de que tenemos un objetivo establecido, sabemos, en primer lugar, por qué estamos haciendo algo.
Algunas tareas difíciles y agotadoras nos resultan más fáciles de sobrellevar, porque sabemos que tienen sentido. Entonces, si estamos luchando por el equilibrio entre el trabajo y la vida, vale la pena establecer objetivos, en la vida privada y profesional.
Perfeccionismo excesivo
El perfeccionismo puede ayudarnos tanto como perturbarnos. Y el exceso de esta característica puede hacernos perder en qué zona de nuestra vida y será en vano buscar el equilibrio en ella. El perfeccionismo significa que no delegamos tareas, queremos hacerlo todo nosotros mismos, porque solo así estaremos seguros de que todo se hará como se debe.
Sin embargo, paradójicamente, nunca estamos completamente satisfechos con los resultados y constantemente queremos mejorar algo. Para nosotros, equivocarnos es nuestro mayor fracaso. Sin embargo, a veces vale la pena dejarlo ir, aceptar ayuda y no derrumbarse cuando algo salió mal.
Es solo un paso del perfeccionismo a la adicción al trabajo, y muy a menudo trae agotamiento profesional.
Comportamiento no asertivo
El asertividad no se trata solo de poder decir que no, también es expresar tu opinión aceptando que los demás no tienen por qué pensar como nosotros. Se trata de defender los propios límites y no violar los límites de los demás al mismo tiempo.
La falta de un comportamiento asertivo en nuestra vida puede hacer que nos alejemos del equilibrio entre la vida laboral y personal. Necesitamos saber cuándo y cómo negarnos, no podemos responsabilizarnos constantemente de las tareas de los demás.
Organización inadecuada del tiempo
Es difícil lograr un equilibrio cuando no podemos organizar nuestro tiempo. No sabemos cuál es nuestra prioridad, asumimos demasiadas tareas al mismo tiempo, nos olvidamos de asuntos importantes, no tenemos la costumbre de organizar nuestro trabajo y nuestra vida… Tenemos muchas cosas que nos gustaría hacer, pero todo está en «algún lugar» en el tiempo.
No hay alegría en las pequeñas cosas
Algo ha salido bien, pero no importa porque es solo un pequeño paso hacia la meta y no sentimos absolutamente ninguna satisfacción. Esto es un error, cuanto más disfrutamos de algo, más dispuestos estamos a hacerlo.
Lograr el equilibrio entre la vida laboral y personal puede ser difícil, pero vale la pena asegurarse de que aparezca en nuestras vidas. Sin duda sentiremos grandes cambios en ellas y veremos por nosotros mismos por qué es tan importante.