Finalmente, tras algunos años me he decidido que quiero trabajar. Quizá por cuestiones de edad, de madurez, o tal vez por las circunstancias; lo importante es que comenzaré una nueva etapa de mi vida. Pero, ¿de qué quiero trabajar? ¿Podré elegir en qué quiero trabajar?

Plantear mis objetivos
Primero, necesito tener en claro mis objetivos. Si quiero trabajar para tener independencia económica, ya no depender de mis padres o de terceros, comprar todas aquellas cosas que desee o simplemente tomar mis propias decisiones. Entonces necesitaré solicitar un empleo word bien remunerado. Aunque podré darme el lujo de escoger de qué quiero trabajar, ya que no se trata de una situación de necesidad o urgencia.
Las ventajas de mis circunstancias serán el mayor tiempo que tengo para tomar la decisión. La posibilidad de elegir entre condiciones, horarios y hasta salarios; también puedo tener en cuenta la proyección que me dará ese puesto. Dado que no en todos los empleos podré aspirar a cargos superiores.
Por otro lado, si quiero trabajar con vistas a futuro, a un gran objetivo que me he planteado y deseo lograr a toda costa (como por ejemplo, hacer un viaje, comprar un automóvil o una casa). Deberé decidir si estoy dispuesto a realizar un trabajo que no me gusta o no sea lo que realmente estoy buscando, pero es bien pago.

La ventaja en este caso es meramente económica. Debo tener bien en claro que mi situación laboral y mi motivación incidirá directamente en mi estado de ánimo. Tanto para la tarea que desempeñe, como para mis horas fuera del horario de trabajo. Si no estoy conforme con mi función, si mi relación con mi jefe o mis compañeros no es la mejor, probablemente se vea afectada mi vida social. Este es un factor muy importante que debo considerar a la hora de elegir de qué deseo trabajar.
Teniendo en cuenta lo expuesto, si quiero trabajar simplemente por la satisfacción de hacerlo (no seré el único, todavía hay personas así en el mundo). Podré darme el gusto de elegir dónde, con quién o de qué, y hasta cuántas horas diarias quiero trabajar.
Será cuestión de analizar las variantes, alternativas, y las sumas y restas de cada una de las propuestas buscando el mejor resultado para mi balance general.
Preciso considerar no sólo a dónde quiero llegar, qué es lo que pretendo lograr, sino además los medios posibles, y cuáles son los preferidos.
Salvo que sea un fin en sí mismo, como cuando quiero trabajar por la satisfacción de hacerlo, siempre habrá un objetivo superior, y es al cual deberé privilegiar. El trabajo resulta un medio a partir del cual puedo alcanzar otros fines; es importante que lo dirija a ellos, para finalmente lograrlos. Si mis decisiones no se conducen a mis objetivos, probablemente no los consiga, y esta nueva etapa en la que quiero trabajar se convertirá en una mala experiencia, en la que perderé tiempo. Y el tiempo muchas veces es dinero.