«Vale más una imagen que mil palabras». Por eso es tan importante presentarse adecuadamente en una entrevista de trabajo. Porque la primera impresión que el reclutador obtiene del candidato entra por la vista. Por eso es tan importante ofrecer la mejor imagen posible de uno mismo. Dar una buena imagen no equivale a ser una persona guapa. No tiene nada que ver con la belleza, sino con cuestiones como la pulcritud, el saber estar, saber qué vestir para una entrevista de trabajo, etc.
De modo que no necesariamente tienen más oportunidades quienes más belleza física tienen. Puede que algo ayude la “fachada”. Pero de poco va a servir si no se comportan, ni aceptan las pautas a seguir en este tipo de reuniones. Porque transmitir una imagen profesional y fiable va mucho más allá de cómo sea uno físicamente. Y la forma de vestir es un punto más a la hora de transmitir la imagen personal. Y en este caso, cuando se acude a una entrevista de trabajo, hay que esforzarse por dar la sensación de una persona seria, confiable, amable, puntual, sensata, etc.
Reglas para vestir en una entrevista de trabajo
Aunque no hay unas reglas fijas a seguir en cuanto al vestuario ideal para una entrevista de trabajo luego de que previamente hemos hecho la solicitud de empleo ejemplos. Sí que se pueden seguir ciertas pautas para no desentonar en este tipo de reuniones. Y hacer posible la transmisión de una imagen personal positiva. Al fin y al cabo, se trata de “seducir” al entrevistador y poner en valor nuestra candidatura al puesto.
Aunque no haya pautas concretas en cuanto a la uniformidad requerida para estas ocasiones. Sí que podemos establecer una serie de pautas a tener en cuenta ante una cita de este tipo.
Recopilar información de la empresa
No está de más tratar de averiguar si la empresa tiene algún tipo de premisas en cuanto al vestuario de sus empleados. Hay empresas que estipulan la ropa que un hombre debe usar para el trabajo, o cómo debe ir una mujer vestida en esa compañía y para determinados puestos. Si es así, conviene ir vestido acorde a la misma.
El traje siempre es una garantía para vestir en una entrevista de trabajo
Tanto hombres como mujeres tienen en este tipo de prendas un «valor seguro» para ir a una entrevista de trabajo. Por eso conviene invertir en un par de trajes formales, en tonos conservadores (ni muy claros, ni muy oscuros), y hacer lo posible para que nos queden «como un guante».
«Vale la pena gastar dinero extra en ropa con la que se vea bien», señala Nicole Williams, de Linkedin. “La gente no siempre se da cuenta de que va bien vestido. Pero sí que aprecia al 100% cuando no lo va.
Cuidado con los colores
Si vamos a comprar un conjunto para una entrevista. Es mejor mantenerse en el ámbito del mundo empresarial: azul marino, gris, gris marengo o negro serían los colores básicos (trajes para ellos, vestidos, pantalones y faldas para ellas).
Las mujeres tienen más margen para llevar otros colores, aunque no son aconsejables los trajes en tonos vistosos (rojo, rosa o azul, por ejemplo). Para conseguir un poco de vivacidad siempre se puede conjuntar una chaqueta de un tono más vivo con una falda o un pantalón en un color básico.
En cuanto a las camisas para hombre, los colores más seguros son el blanco o el azul claro.
Los complementos, con cautela
Un traje perfecto se verá deslucido por unos zapatos desgastados, viejos o sucios. O por ese bolso que está totalmente desfasado y no pega en absoluto con la ropa. O esas uñas pintadas a colores, esos labios rojo chillón, etc. Son detalles que hay que tener muy en cuenta para saber ir acorde al vestuario elegido, al momento y a la situación en la que estamos. Porque no se puede dejar nada al azar si se quiere causar la mejor impresión.
No está de más llevar joyas, pero también con moderación y estilo. Sólo hace falta un poco de sentido común para comprender que un cuello lleno de collares, o una mano repleta de anillos no es la mejor opción para este tipo de eventos.
Cuidado con el aseo personal
Aunque es algo que se debería hacer todos los días, mantener un aseo personal pulcro es condición «sine qua non» de cara a dar una buena impresión.
En este aspecto cabe destacar que el uso de perfumes no siempre es una buena idea. Al fin y al cabo, es algo muy personal. Y lo que a uno le gusta, a otra persona puede resultarle desagradable (incluso molesto). De modo que la opción más segura es no llevarlo.